El plan de recuperación que se ha puesto en marcha nace de la colaboración de las áreas de Jardines y de Patrimonio del Ayuntamiento de Estepa y consiste en un plan integral de limpieza de zonas históricas, recuperación de la colonia en los espacios donde tradicionalmente anida el cernícalo primilla (Falco Naumanni) y además se complementa con la colocación de varios nidos en el parque Francisco Ayala del cerro de San Cristóbal.
Las primeras actuaciones han comenzado por la limpieza y adecuación del espacio de la desaparecida iglesia de la Victoria, antiguo convento de los padres Mínimos. Un espacio de gran interés cultural y patrimonial en Estepa que en poco tiempo se había llenado de maleza y se había convertido en refugio de gatos callejeros con las negativas consecuencias de suciedad que produce el hábitat de estos animales domésticos. Al mismo tiempo, se aprovecha la ocasión para hacer una llamada a la concienciación de los vecinos para evitar el abandono de animales domésticos que, como en el caso de los gatos de la Victoria, acaban refugiándose en zonas públicas.
En el espacio de la iglesia de la Victoria, se ha procedido a la eliminación de los nidos de palomas y se han adecuado y recuperado los mechinales que usaba tradicionalmente el cernícalo primilla, un ave rapaz que siempre ha mantenido una extensa colonia de ejemplares en nuestra ciudad y que últimamente estaba decreciendo su número.
Desde la restauración realizada a la torre en 2002, se eliminaron por error, las oquedades donde anidaba el cernícalo primilla (Falco Numanni) y la colonia se vio reducida considerablemente, quedando como único lugar disponible para nidos los mechinales de las ruinas de la iglesia. Estos huecos son de gran tamaño y por lo tanto son utilizados por las parejas de palomas para anidar y como refugio. La paloma está considerada actualmente una plaga urbana con gran poder dañino tanto para los edificios como para las personas.
Con esta actuación se tapona la entrada a cada uno de estos mechinales dejando hueco justo para el cernícalo, de menor tamaño que la paloma. Esto asegurará la recuperación de la tradicional colonia de este ave rapaz de gran belleza que siempre ha
poblado los cielos de nuestra ciudad.
La medida medioambiental se complementa con una actuación sobre el patrimonio natural de Estepa. En el espacio del cerro de San Cristobal se han colocado cajas nidos para páridos como el Carbonero común o el Herrerillo común. Con estos nidales artificiales se favorece el desarrollo de numerosas especies que tienen poco refugio en nuestras zonas verdes. El objetivo es que, con el tiempo, la biodiversidad de aves en nuestro entorno aumente y se establezcan de forma permanente, para que todos disfrutemos de su presencia, sus cantos y su labor ecológica de eliminación de plagas, ya que todas las especies que pueden ocupar las cajas para realizar sus nidos son insectívoras.
La colocación de estas cajas nidos y otras medidas medioambientales se están llevando a cabo con los técnicos empleados en el programa emple@joven desarrollado por el Ayuntamiento de Estepa.