Estepa cuenta con la suerte en encontrarse en un lugar clave para visitar diversos espacios naturales. El pasado fin de semana lo comprobamos con una jornada ornitológica en la que visitamos varios ecosistemas muy diferentes: lagunas, sierras y campiña. Muy bien acompañado por unas grandes profesionales de la ornitología y la botánica: Natalia Juárez, Inma Muela e Inés de Bellard.
Comenzamos visitando el humedal por excelencia cuando se habla de flamencos comunes (Phoenicopterus roseus): la Laguna de Fuente de Piedra, nombre dado por la cercanía al núcleo urbano de Fuente de Piedra (Málaga). Esta laguna cuenta con la mayor colonia de Flamenco común de la Península Ibérica y la segunda colonia en importancia de Europa.
Es una laguna muy estacional y con alto contenido en salinidad, algo común en todos los humedales endorreicos del interior de Andalucía (Se encuentra al norte de la provincia de Málaga: Lagunas del norte de Málaga). Su importancia ecológica se demuestra en la cantidad de especies de aves que crían aquí, unas sedentarias y otras migratorias; unas establecen sus nidos entre la vegetación halófita, otras entre los tarajes que forman auténticos bosquetes. En estos momentos con una gran cantidad de invernantes. Vimos en la misma laguna y en los alrededores: Flamenco común, cuchara común, tarro blanco, ánade azulón, cerceta común, pato colorado, porrón pardo, porrón europeo, perdiz roja, zampullín común, garza real, aguilucho lagunero, elanio común, cigüeñuela común, focha común, avoceta común, aguja colinegra, archibebe común, avefría, gaviota reidora, gaviota sombría, grajilla, avión roquero, búho real, jilguero, zorzal común, zorzal alirrojo, bisbita pratense, grulla, etc. Como curiosidad vimos al Flamenco enano (Phoenicopterus minor), una pareja de elanio común y un juvenil, los primeros aviones comunes de la temporada, oímos al Búho real desde el observatorio y cientos de grullas entrando a su dormidero.
El día siguiente lo destinamos a la Sierra de Estepa (Sevilla), participando en el anillamiento de aves en el Refugio de la Serpiente, para luego hacer un pequeño recorrido por la sierra. La sierra del Becerrero y sus estribaciones constituyen un hito visual de primer orden y un mirador natural desde donde se domina una amplia extensión del territorio (Fuente: Catálogo de Paisajes de la provincia de Sevilla). Aquí se agrupan varios ecosistemas y bosques mediterráneos, cualidades que hacen que convivan una gran biodiversidad de aves. La lista de aves observadas y oídas es larga, incluyendo las aves anilladas: acentor común, pinzón vulgar, herrerillo común, carbonero común, carbonero garrapinos, mito, picogordo, verderón común, verdecillo, escribano montesino, cogujada montesina, busardo ratonero, milano real, búho real, cernícalo vulgar, buitre leonado, roquero solitario, agateador, piquituerto, tarabilla, petirrojo europeo, gavilán común, mosquitero común, curruca capirotada, curruca cabecinegra, zorzal charlo, jilguero… En la ruta de la Sierra del Becerrero la observación que destaca es la del Ratonero moro (Buteo rufinus) volando junto a un busardo ratonero, un ejemplar de roquero solitario sobre el tejado del Refugio de la Serpiente y poder observar varios machos de piquituerto (Loxia curvirostra) con diferentes colores en su plumaje.
Estando en Estepa no podía faltar adentrarnos en la ZEPA de esteparias «Campiñas de Sevilla», un entorno muy rico en aves con numerosas amenazadas. 35.735 hectáreas de protección que recogen una serie de aves con un alto interés natural que hace que sea un paraíso para el ornitólogo. El paisaje es una extensa campiña donde predomina el cultivo cerealista de secano, zonas de olivar y algunas parcelas de regadío, en su territorio se encuentra una gran cuenca endorreica. La ZEPA existe desde el 1 de septiembre de 2008, fecha en la cual entró en vigor el decreto que declaraba esta ZEPA junto a la del “Alto Guadiato” como espacios protegidos.
Aquí no faltaron aves tan míticas como la avutarda común, el sisón común, alcaudón real, abubilla, cernícalo primilla, ganga ortega, chorlito dorado, avefría europea, alcaraván común, milano real, cigüeña blanca, cuervo, esmerejón, tarabilla europea, colirrojo tizón, calandria, triguero, cogujada común, perdiz roja, pardillo común, gorrión moruno, grullas, flamencos, andarríos grande, chorlitejo común, correlimos común… A destacar la cantidad de avutardas, avefrías y alcaudones reales que se pueden ver, los cernícalos primillas se encontraban marcados con anillas dentro de un proyecto europeo sobre migración y un ejemplar de Búho campestre (Asio flammeus).