El Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) es una pequeña ave que es muy fácil de reconocer por su simpático comportamiento y su reclamo, además es más probable verlo porque prefiere zonas abiertas con no demasiada arboleda, además de cortijos, minas abandonadas, roquedos, parques y jardines… No teme demasiado al ser humano, a aprendido a refugiarse y criar cerca de nosotros. Se cuenta que originalmente habitaba zonas montañosas y que al avanzar las construcciones humanas, castillos, muros, etc. esta especie comenzó a cambiar su ecosistema incluyendo al ambiente agrario y algo humanizado.
Tiene un porte elegante al posarse sobre muros, piedras o postes, donde balancea su cola y se agacha intermitentemente mientra produce un ruido como un pequeño crujido.