El Hide fotográfico del Refugio de la Serpiente se llena de aves en invierno, y es que en esta temporada las aves también acuden a los bebederos a bañarse y a beber. Aunque bajen las temperaturas, las aves necesitan cuidar su plumaje y tenerlo limpio y aseado. Además ciertas aves tienen dietas muy exigentes en agua, como la rica en piñones, fruto seco del que se alimenta casi exclusivamente el Piquituerto común (Loxia curvirostra), motivo por lo que es tan frecuente en nuestros bebederos.
La última sesión fotográfica nos trajo curiosidades como la gran cantidad de Mirlos comunes (Turdus merula) que acudían a bañarse, la ausencia de páridos (Como Carboneros comunes o Herrerillos), tan solo vistas pocas parejas de Carbonero común (Parus major) hacen pensar que ya se encuentran con sus quehaceres de marcar territorio, buscar pareja y visitar lugares apropiados para sus nidos, como curiosidad apareció un ejemplar sin cola. Los fringílidos sedentarios fueron comunes ya que frecuentan el comedero, en esta época muy gregarios, tan solo es escaso el Pardillo común.
Las invernantes comunes fueron el Acentor común, el Petirrojo europeo, el Reyezuelo listado, la Curruca capirotada, el Zorzal común, el Mosquitero común y el Picogordo. Pocos ejemplares en esta temporada de Pinzón real y Lúgano, sin dejarse ver con frecuencia desde el observatorio de aves.
Otras aves frecuentes han sido el Estornino negro, Mito, Escribano montesino, Escribano soteño, Curruca cabecinegra, Agateador europeo, Gorrión común así como los páridos y fringílidos comunes en el Hide del Refugio de la Serpiente.